Los juegos de guerra o estrategias de batalla, han sido desde la edad antigua un instrumento para realizar en "tiempo real" sucesos o posibles, "movidas", de los oponentes; en realidad un juego muy conocido de nuestro siglo el ajedrez, migro del Chaturanga INDIO alrededor del 600 a.C. y de allí http://es.wikipedia.org/wiki/Chaturanga ha sido el factor desicivo en muchas estrategias de guerra, como estrategias políticas, empresariales, etc.
Pero, cuando esta estrategia pasa por reemplazar "personas", en vez de peones o alfiles, se combierte, en la mas vil herramienta de manipulación de la voluntad popular. Es verdad, que toda estrategia debe conllevar al "éxito", de una "operación o acción váledera", pero, jamás debe permitirse arriesgar la vida de un ser humano, sea cual fuere este y por muy pequeño que parezca; Jesucristo, lo dijo anteriormente, "MIRAD, que NADIE os engañe"; este engaño o ardid en los juegos de guerra, han sido la herramienta mas inhumana, utilizada por griegos, persas, babilonios, todo con el fin de conquistar reinos, posesiones y "poder". Pero, este mismo "error", ha sido desde la antiguedad una "espada de damocles".
Las Sagradas escrituras dice claramente "lo que el hombre sembrare, eso segará"; tambien añade, "asi como los hombres, quieren que os traten, así hacer lo mismo con ellos". Entonces, los que jugaron con la voluntad popular a la larga, se han convertido en "prisioneros de sus actos"; así como jugaron con el pueblo, así el pueblo, juega con ellos, algo que muchos se preguntarán como es posible, que esto suceda y seguirá sucediendo, mientras que se encuentren atrapados en el tablero político, pues nada; simplemente estan condenados a perder.
